22 de agosto de 2012

Pisar un volcán, el Etna


Viaje con escalas
El contraste del verde y el negro del volcán más activo de Europa. 
Esta es la segunda parte del viaje, cuando descubrí que la montaña que veía de lejos,  si era un volcán, el Étna. Al verlo, no me imaginaba estar parada ahí ¿Qué se sentirá? ¿Puede pasar algo? ¿Cuándo fue la última vez que hizo erupción? El más activo de  Europa ¿a que nos estamos refiriendo? ¿Me va a dar calor? ¿Cómo se sube un volcán? No tenía idea. Las preguntas salían solas.

El Etna, está en una ciudad llamada Catania, en la costa siciliana de Italia. Cuando conocí la existencia del volcán, lo primero que llamó mi atención fueron las veces que ha destrozado al pueblo. Siete ocasiones, la última actividad de relevancia se dio hace cuatro años, incluso en enero pasado, de este 2012, sorprendió con una lluvia de ceniza. Rompe con las posibles teorías que buscan entender su personalidad, su comportamiento. Un volcán activo.

Fue emocionante estar en una carretera que rodea una montaña que es un volcán con decenas de calderas. Subí un camino con un paisaje pero no sólo de la ciudad y la costa, sino que mientras más subía, me encontraba con el negro y el verde. En tramos de vegetación, el verde brillaba de vida, las flores abiertas, los bosques olorosos. Pero en otros, el negro se imponía, piedras de diferentes tamaños de color negro, rojizo, gris… negro. Curvas completamente verdes y curvas completamente negras.

En una curva prolongada casi completa, en la parte del centro, como si fuera sombrero, vi el techo de una casa, con las dos ventanas de cada lado del tejado. Eso era todo. El techo.  Enterrada por un rio de lava. En otra curva, había una casa que es un Convento de Monjas, y la lava llegó justo a la reja de la casa, no cruzó el terreno. Como si le hubieran pintado una raya de límite.  

Viaje con escalas
El techo de lo que fue una vivienda. 
Ese día hacía calor en la ciudad, llegó a rebasar los 40 grados centígrados, no quiero parecer exagerada, porque viví en Mexicali, pero en realidad, la humedad era lo que me complicaba el día, me hacía sentir agobiada. Sin embargo, mientras subíamos… refrescaba, terminé con suéter largo y bufanda. El Etna es fresco, frío.  Catania es duro con su calor, pero el Etna es el árbol que da sombra. 

Cuando se terminó el camino para la camioneta (más de una hora), empezaba para mis piernas. Con un viento que se quería imponer pero que paseaba los olores de tal forma que se volvía envolvente y motivador. Además, subió la adrenalina, la ansiedad por ver lo que iba a ver. Subir.

Al igual que en las curvas de montaña, en la caminata vi esos cambios de paisaje en el Etna. Verdes y negros, predominando el negro. En una caldera, acentuaba la vegetación dispersa por la intensidad del negro, aunque fuera hierba sin importancia, el verde ante el negro lucía.  En otro paisaje, las montañas dentro del Etna, parecía de terciopelo por la vegetación a nivel casi de piso.

Viaje con escalas
Un volcán con mucha vida
Pisar el volcán forma parte la experiencia, me encontré con piedras que no me dificultaban el paso, pero me hacían lenta; piedras que eran más altas que yo de 1.65cm; piedras pequeñas como canicas que se comían mis zapatos,  subí y bajé en algunos episodios, de lado, parecía que estaba en una piscina de pelotitas de aire, que no te dejan salir del piso. Los pies se hunden.  Incluso en una de las bajadas, simplemente guardé la cámara, me senté con las piernas dobladas y baje deslizándome; piedras y también arena, ceniza.

El Etna, tiene medio millón de años de vida, sus actividades se miden por miles de años, es como entrar a otra dimensión del tiempo. Las historias de esta intensa montaña, se cuentan con miles de años. Su magma es su diario, en un idioma que no termina de estudiarse y entenderse. Naturaleza pura.

Su tamaño, representaría más o menos 140 canchas de fútbol, no con un solo cráter, sino con varios, a los lados, abajo, es una montaña con mucha vida, con aire más puro, con adrenalina, alturas y profundidades, con tranquilidad… pero con un rugir dominante, atemorizador e inexplicable. 

@ArleneBayliss
www.elviajeconescalas.blogspot.com


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